Si estás en Barcelona y te apetece una experiencia gastronómica china con alma de la región de Xi’an —y además con opciones veganas bien señaladas—, no te pierdas Wondmo BCN. Este restaurante ofrece una versión auténtica del clásico bocata chino “roujiamo” (literalmente “la hamburguesa china”) y lo adapta con tiras de tofu para quienes siguen dieta vegana. También puedes disfrutar de sus fideos largos “biang biang” y otras tapas con variantes sin ingredientes animales.
¿Por qué merece la pena para ti que sigues dieta vegana & cetogénica?
La opción vegana del ‘bocata más antiguo del mundo’ se transforma en tiras crujientes de tofu en pan artesanal, ofreciendo textura y sabor sin carne.
Los fideos largos biang biang también se presentan con versión vegetal (aunque para cetogénicos quizá convenga pedir adaptar la porción de carbohidratos).
El menú incluye tapas variadas, y en las reseñas aparece que tienen platos veganos etiquetados: “tofu sandwich and vegan spicy noodles”. HappyCow
Su cocina se centra en gastronomía china de Xi’an, lo que aporta ese toque diferencial y poco común en la escena vegana de Barcelona. Instagram+1
Qué pedir en Wondmo Barcelona
Aquí tienes algunas sugerencias para que optimices tu visita:
Bocata “roujiamo” vegano: pan tradicional de Xi’an con tiras de tofu marinado. Pide que la salsa esté sin productos animales (generalmente lo están pero conviene verificar).
Fideos biang biang veganos: son esos fideos extra largos típicos de Xi’an, con salsa picante (o versión suave si prefieres) y vegetales. Ideal para disfrutar la textura y sabor, aunque si estás en fase cetogénica estricta podrías pedir mitad de ración o sin pan.
Tapas veganas: busca opciones como verduras salteadas, gyozas , tofu frito o al vapor, y pregúntales qué salsas son veganas.
El humilde Rou Jia Mo —o “hamburguesa china” como se le conoce a veces— no es un invento reciente: es, de hecho, uno de los bocadillos más antiguos del mundo. Su historia nos lleva a la provincia de Shaanxi, en el noroeste de China, una zona que durante siglos fue cruce de culturas y sabores gracias a la famosa Ruta de la Seda. Aquí nació primero el pan “mo” (馍), utilizado ya desde la época de la dinastía Qin (221-206 a.C.), y poco después la costumbre de rellenarlo con carne guisada para crear algo sabroso, sencillo y portátil.
Tradicionalmente, el pan se hace con harina de trigo y se hornea o fríe, resultando en una corteza firme y un interior tierno. En su versión más popular, se rellena de carne (cerdo, ternera o cordero según la región) cocinada con especias locales, de modo que cada bocado ofrece una combinación de textura y sabor realmente auténtica. Al calor de los puestos callejeros de la ciudad de Xi’an —la antigua capital de Shaanxi— este bocadillo ganó fama por su practicidad y buen gusto: perfecto para comer con la mano mientras caminabas rumbo al mercado o tras una jornada de trabajo.
Lo fascinante es cómo algo tan tradicional puede revisarse y, al mismo tiempo, respetar su alma. Hoy en día, en sitios como Wondmo BCN en Barcelona, ese bocadillo milenario se presenta con una opción vegana: tiras de tofu marinadas que sustituyen la carne pero mantienen el espíritu de “pan + relleno que se come con la mano”. El “mo” sigue siendo ese pan doradito, el formato sigue siendo sencillo, y el resultado sigue siendo delicioso.
Al incluir el rou jia mo en versión vegana, Wondmo BCN ofrece una puerta para disfrutar de una tradición milenaria desde una perspectiva más consciente y vegetal. Porque la historia importa, pero disfrutarla puede ir de la mano de nuestras elecciones éticas. Y en esa mezcla de pasado y presente, el bocadillo más antiguo del mundo encuentra un nuevo lugar y un nuevo sabor.
